Hoy te traigo el episodio 5 y último de la serie SIBO 101.
Te menciono las causas más frecuentes de este desequilibrio, pero hay muchas otras. Esta condición sigue en constante estudio, por lo que cada vez hay más novedades.
Mala digestión
Tu estómago produce ácido estomacal, también tienes la vesícula biliar que almacena bilis para la absorción o digestión de grasas y tienes el páncreas que es responsable de la secreción de enzimas digestivas. Todos estos órganos y sus jugos digestivos mantienen las bacterias a raya para que el cuerpo esté libre de SIBO. El proceso digestivo mata bacterias que no deberían estar allí.
Entonces, por ejemplo, si estás teniendo una enorme cantidad de estrés en tu vida, has abusado del consumo de medicamentos, o estás en una tercera edad (con los anos la producción de ácido disminuye); todos estos son indicadores de que no estás produciendo suficiente ácido estomacal, lo que es llamado Hipoclorhidria. También puede ser que te extirparon la vesícula biliar, o tienes una producción muy baja de bilis, o tienes una situación en la que tu páncreas no produce suficientes enzimas, todo esto puede afectar la forma en que el cuerpo maneja las bacterias.
Motilidad
El deterioro de la motilidad significa que las bacterias no salen del intestino delgado.
El intestino delgado produce unos movimientos que ayudan al cuerpo a eliminar los restos de alimentos y bacterias, que es el llamado complejo motor migratorio (CMM). Se asegura de que alrededor de 90 minutos después de cada comida, esta poderosa ola de limpieza barra todas las bacterias que no están destinadas a estar allí. Enfermedades como la diabetes, el hipotiroidismo, el síndrome del intestino irritable (SII), la gastroenteritis o el abuso de fármacos, afectan a este movimiento de limpieza, lo que favorece el crecimiento de bacterias.
Intoxicación
Si has tenido una intoxicación alimenticia o una infección viral crónica, esto también afecta el complejo motor migratorio (CMM), por lo que también permite que las bacterias permanezcan en el intestino delgado.
Anomalías Anatómicas Intestinales
Si has tenido algún tipo de intervención quirúrgica, como la extracción de la vesícula biliar, una cesárea o una histerectomía, esto puede aumentar el riesgo de desarrollar tejido cicatricial en el abdomen. Este se adhiere al exterior de tu tracto digestivo, tanto del intestino delgado como del grueso e interfiere en la forma en cómo se mueve todo allí. Es como que a las bacterias se les permite permanecer en un área debido al flujo deficiente que existe.
Otras situaciones como los diverticulitis, la cirugía bariátrica o bypass gástrico, la enfermedad de Crohn o los problemas en la válvula ileocecal, que es la que controla el paso entre el intestino delgado y el intestino grueso, son alteraciones de la anatomía normal del intestino que también favorecen la proliferación de bacterias.
¿Quieres evitar las recaídas?
Identificar las causas que te han llevado a este desequilibrio es el paso más importante para evitarlo. Hay casos difíciles, pero hay otros factores sobre los que sí puedes tomar el control:
En caso de hipoclorhidria: controla el estrés, evita el uso de omeprazol o protectores gástricos. Comer grandes cantidades de alimentos procesados y azúcares afecta sobremanera el equilibrio bacteriano en el estómago y el intestino.
Para favorecer el movimiento de “limpieza intestinal” o complejo motor migratorio: debes espaciar el consumo de alimentos al menos 4 horas y evitar picotear entre horas. Al sentir la ausencia de alimentos, los receptores en las paredes de tu estómago provocan contracciones de hambre que viajan en todo tu intestino, ayudando a limpiar el contenido del estómago, moco, partículas de alimentos, bacterias y otros residuos acumulados entre las comidas
Con esta serie espero haberte ayudado a despejar algunas dudas sobre esta condición.
Y recuerda, la educación es clave para que tomes el control de tu salud, de ti depende, nadie lo hará por ti.
Con mucho cariño,
Maxiell
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